Grigory Sokolov: Un recital inolvidable en Alicante
El 26 de febrero, la Sociedad de Conciertos de Alicante tuvo el honor de recibir en su sala al renombrado pianista ruso Grigory Sokolov, quien, como es habitual en cada uno de sus recitales, dejó una huella indeleble en todos los asistentes. Sokolov, conocido por su profunda musicalidad y su estilo único, no deja indiferente a nadie que tenga la suerte de disfrutar de su arte.
La Sociedad de Conciertos de Alicante, un referente cultural en la ciudad, celebra más de 50 años de historia. Fundada en 1972 por un grupo de amantes de la música clásica, esta institución ha logrado consolidarse como un espacio imprescindible para la cultura musical, organizando a lo largo de su trayectoria más de 1000 conciertos con los intérpretes más destacados del panorama internacional.
Este recital de Sokolov, que culminó una gira por diversas provincias españolas, tuvo lugar en el emblemático Teatro Principal de Alicante, un escenario de gran belleza arquitectónica de estilo neoclásico, que, en combinación con la interpretación de Sokolov, ofreció una experiencia sensorial única. El pianista, cuya destreza y sensibilidad son incomparables, deleitó al público con la interpretación de las 4 Ballades, Op. 10 y las 2 Rhapsodies, Op. 79 de Johannes Brahms, obras que requirieron no solo virtuosismo técnico, sino también una profunda carga emocional.
Durante la ejecución, la sala permaneció en un silencio absoluto, como si el tiempo se hubiera detenido. La magia del momento se reflejaba en la inmovilidad del público, que, completamente cautivado por el pianista, se vio transportado a un mundo sonoro en el que la respiración se apagaba y solo quedaba la música. Este ambiente de concentración y admiración fue palpable entre los asistentes, que abarcaban un público diverso: desde jóvenes estudiantes de música hasta profesores, pasando por personas de todas las edades y nacionalidades.
Después de más de dos horas de interpretación, la ovación final no se hizo esperar. Los aplausos se extendieron por varios minutos, y a pesar de haber pasado más de dos horas, la audiencia no deseaba que el concierto terminara. Los espectadores pedían, con entusiasmo, que Sokolov continuara tocando, como si fuera una figura mitológica que, en ese instante, tocaba no solo los corazones de los presentes, sino también los de los dioses mismos.
Este evento marcó un momento especial para los alicantinos, que acudieron en masa al Teatro Principal, dejando claro el cariño y la admiración que sienten por el pianista ruso, quien no se presentaba en Alicante desde 2018. Según nos comentaron en la Sociedad de Conciertos, la expectación era tal que la sala se llenó rápidamente, y no solo por el nombre de Sokolov, sino por el profundo vínculo que el pianista ha establecido con el público local a lo largo de los años. Alicante ha llegado a convertirse en una especie de “segunda casa” para él, un lugar en el que siempre se siente bienvenido.
Al finalizar el concierto, tuvimos la oportunidad de felicitar a Sokolov por su magnífica interpretación. No solo nos sorprendió su virtuosismo en el piano, sino también su carácter cálido y generoso. Su amabilidad y humildad reflejan la misma esencia que transmite en su música: una entrega total, una conexión genuina con el público, y una bondad que se refleja en cada nota que toca. Como él mismo demuestra en el escenario, Sokolov no solo es un maestro del piano, sino también un hombre cuya vida y su arte están intrínsecamente ligados en una búsqueda constante de belleza y verdad.
Este concierto de Grigory Sokolov será recordado por mucho tiempo como un acontecimiento destacado en la vida cultural de Alicante, no solo por la calidad artística que aportó, sino también por la emoción compartida entre el pianista y su audiencia. En definitiva, una noche que reafirma el papel esencial de la Sociedad de Conciertos en el panorama musical alicantino.
