Hábitos saludables: los niños en la cocina

     En muchas ocasiones creemos que hacer las cosas por nosotros mismos, sin pedir ayuda a los niños, es más rápido y fácil que pedir ayuda a nuestros más pequeños. Esto es verdad, pero hay una serie de ventajas que no debemos dejar a un lado. La cocina ofrece una extraordinaria oportunidad y espero que te resulte interesante lo que te vamos a contar.

     Según estudios de la Universidad de Illinois comer con otras personas tiene como consecuencia una mejor nutrición indistintamente la edad que se tenga. Además se ha demostrado que el contacto de la familia a la hora de comer puede mejorar tanto la habilidad de aprendizaje como el lenguaje. Os vamos a contar las beneficiosas razones de comer juntos:

• Los alimentos nutren más cuando se come con otras personas.
• Puede mejorar tanto la habilidad de aprendizaje como el lenguaje cuando existe una interrelación entre los padres y los hijos a la hora de las comidas
• Es una oportunidad maravillosa para expresar afecto y eso nutre tanto el cuerpo como el alma.
• Sirve para mantener tradiciones  y para unir las generaciones pasadas, presentes y futuras.
• Que los niños ayuden en la cocina mejora sus destrezas necesarias para la vida.
• Aprender a seguir las indicaciones que les damos puede ayudar con la lectura y las matemáticas.

Ya en la cocina

     Animamos  a involucrar a los niños en la cocina puesto que es divertido y normalmente a los pequeños les gusta ayudar. Eso sí, hay que tomar medidas para evitar algunas situaciones peligrosas como hornos calientes o cuchillos afilados. Es por eso que os recomendamos establecer algunas reglas:

• Siempre debe haber un adulto en la cocina cuando el pequeño esté cocinando
• Mantener medidas de higiene como lavarse las manos antes de empezar.
• Reúna todos los ingredientes y utensilios que va a utilizar antes de comenzar a cocinar.
• Hay que llevar mucho cuidado con los cuchillos afilados, sosteniéndolos con la parte afilada apuntando hacia abajo y usando una tabla para cortar.
• Mantener los mangos de las sartenes hacia un lado para evitar que puedan volcarse cuando se esté cocinando.
• Hay que tener precaución con los alimentos calientes poniéndolos en algún espacio preparado para ello como una tabla de madera o cubremanteles especial.
• Siempre utilice los guantes para el horno cuando saque algo caliente, o cuando ponga algo adentro del horno.
• Procurar tener un paño de cocina cerca por si se derrama algo para limpiarlo lo más rápidamente posible.
• Mantener la cocina lo más ordenada posible mientras se cocina y arreglarlo todo una vez se acabe.
• Un adulto debe encender los fogones y asegurarse que estén apagados cuando se termina de cocinar.

• Lavar los vegetales.
• Desgranar el maíz.
• Limpiar la mesa.
• Poner el pan en la tostadora.
• Trocear la lechuga.
• Darle la forma a las hamburguesas y a las albóndigas.
• Pelar plátanos.
• Colocar cosas en la basura.
• Quebrar los huevos y echarlos en una vasija.
• Medir y mezclar los ingredientes.
• Abrir los empaques.
• Amasar y darle forma a la masa.
• Con una cuchara revolver la mezcla en una vasija.
• Echar los cereales,  la leche o el agua.
• Rellenar sandwich.
• Revolver las ensaladas.
• “Lavar” los utensilios de hornear (jugar con agua).
• Limpiar su propia área.
• Hacer pasteles y galletas, usando la mezcla para hornear.
• Usar la batidora o una manual con supervisión muy de cerca.
• Hacer huevos revueltos, teniendo una supervisión muy de cerca.

         Sin lugar a dudas, la cocina es una maravillosa oportunidad de aumentar los lazos de unión entre la familia y no hay que dejarla pasar.