Un Encuentro Mágico con la Zarzuela: Crónica del 44º Ciclo de Introducción a la Música en Zaragoza

El telón se ha cerrado sobre el último acto del 44º Ciclo de Introducción a la Música en la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza, pero el eco de las melodías sigue resonando en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de asistir a este encuentro mágico con la zarzuela. Desde el primer acorde hasta el último aplauso, la velada del pasado 24 de marzo quedará grabada en la memoria de todos aquellos que se sumergieron en el mundo de la música clásica y la tradición española.
El Ciclo de Introducción a la Música, una iniciativa que ha sido recibida con entusiasmo temporada tras temporada, culminó este año con un broche de oro dedicado a la zarzuela, género emblemático de la cultura española. Desde el 7 de enero, cuando la Orquesta Sinfónica Ciudad de Zaragoza inauguró este viaje musical, hasta la última actuación presentada por José Luis Melero, el público ha sido testigo de un despliegue de talento y pasión por la música clásica.
El último concierto, celebrado el 24 de marzo a las 11:30 horas, fue una celebración de las mejores zarzuelas de la historia. Preludios, coros y romanzas se entrelazaron para ofrecer una experiencia única, protagonizada por voces de renombre y acompañadas por músicos de excepción. Montserrat Martí Caballé, Beatriz Gimeno, Nacho del Río y Luis Santana, junto con el Coro Amici Musicae del Auditorio de Zaragoza, el Grupo de baile Raíces de Aragón y destacados instrumentistas, transportaron al público a través de los pasajes más emotivos y vibrantes del repertorio zarzuelístico.
La soprano Montserrat Martí Caballé, con su impresionante trayectoria internacional, cautivó al auditorio desde el primer momento. Su interpretación magistral y su voz celestial resonaron en la Sala Mozart, transportando a los presentes a los escenarios más emblemáticos de la ópera y la zarzuela. Desde su debut en la Staatsoper de Hamburgo hasta sus recitales en los principales teatros europeos, Martí Caballé ha dejado una huella imborrable en el mundo de la música clásica.
La mezzosoprano Beatriz Gimeno, con su sólida formación y su profundo conocimiento del repertorio clásico, demostró una vez más por qué es una de las voces más destacadas de su generación. Con una técnica impecable y una emotividad desbordante, llevó al público en un viaje emocional a través de las obras maestras del género.
Nacho del Río, el tenor aragonés cuya voz excepcional lo ha convertido en una figura destacada de la jota y la lírica, brilló con luz propia en este encuentro musical. Con su estilo inconfundible y su pasión por la música de su tierra, cautivó al público con cada nota, demostrando una vez más por qué es uno de los artistas más queridos y admirados de Aragón.
Luis Santana, el carismático barítono cuya presencia escénica y talento vocal han conquistado los escenarios más prestigiosos del mundo, dejó una impresión imborrable en la Sala Mozart. Con su voz potente y su emotividad desbordante, interpretó las romanzas más emblemáticas del repertorio zarzuelístico, llevando al público a un viaje emocional a través de la música y la pasión.
Pero el éxito de este último concierto no se limitó solo a las voces solistas. El Coro Amici Musicae del Auditorio de Zaragoza, bajo la dirección artística de Igor Tantos, demostró una vez más por qué es uno de los coros más destacados del panorama nacional. Con su precisión y su emotividad, enriqueció cada interpretación y elevó la experiencia musical a nuevas alturas.
El Grupo de baile Raíces de Aragón, con su energía y su talento, añadió un toque de color y vitalidad a la velada, transportando al público a los paisajes más pintorescos de nuestra tierra. Con sus coreografías magistrales y su pasión por el folklore aragonés, demostraron una vez más por qué son uno de los grupos de baile más reconocidos y admirados de la región.
Y a la cabeza de este extraordinario conjunto de talento, el pianista y director Miguel Ángel Tapia, cuya maestría y sensibilidad artística guiaron cada momento de la velada. Con su destreza en el teclado y su profundo conocimiento del repertorio zarzuelístico, creó una atmósfera mágica en la Sala Mozart, transportando al público a un mundo de emociones y belleza.
Pero no podemos pasar por alto la destacada participación de Beatriz Bernad, una verdadera joya en el mundo de la música folclórica aragonesa. Con su voz cautivadora y su profundo conocimiento del repertorio de jotas, Bernad añadió un toque de autenticidad y tradición a la velada. Desde sus primeras lecciones a la edad de 4 años hasta su consagración como una de las principales exponentes de la jota aragonesa, su pasión por la música y su compromiso con su cultura se hicieron evidentes en cada nota que interpretó.
En definitiva, el último concierto del 44º Ciclo de Introducción a la Música en Zaragoza fue mucho más que una simple actuación: fue un encuentro mágico con la zarzuela, un viaje emocional a través de la música y la pasión. Desde las primeras notas hasta el último aplauso, el público fue testigo de un espectáculo inolvidable, que quedará grabado en la memoria de todos aquellos que tuvieron el privilegio de ser parte de él.