Crowdfunding o micromecenazgo: nuevas formas de financiación.

     Hasta hace poco si alguien quería sacar un proyecto hacia adelante debía recurrir a préstamos, subvenciones o contribuciones de sus círculos más cercanos. Con la consolidación de internet y gracias al avance de las nuevas tecnologías se han revolucionado las formas de financiar a los emprendedores o necesidades de las personas. Aparece así el llamado “crowdfunding”, también conocido como micromecenazgo en español, es decir una financiación colectiva a un proyecto utilizando plataformas de internet.

Antecedentes a esta idea.

     A lo largo de la historia se han producido numerosos ejemplos de proyectos que han sido financiados de forma conjunta, pasando por guerras, así como descubrimientos y diversas manifestaciones artísticas. Podemos recordar cómo en 1885 Joseph Pulitzer, recaudó 125.000 dólares para conseguir financiar la base que tendría la Estatua de la Libertad, así como por ejemplo la gira por Estados Unidos  de la banda de rock Marillion en 1997, gracias a la colaboración masiva de sus fans, que alcanzó los sesenta mil dólares. Sin embargo, el crowdfunding no puede entenderse sin considerar las nuevas tecnologías a través de internet, puesto que ha sido su principal medio de difusión desde que los teóricos Mark Robinson y Jeff Howe lo recogieran por primera vez en su publicación “The rice of Crodfunding” en 2008. Desde el año 2000, que se creó la primera plataforma en el ámbito artístico llamada ArtistShare,  se han multiplicado la aparición de las mísmas y ya en el año 2012 había más de 536 plataformas. Desde entonces numerosos proyectos han recibido la financiación de otras personas sin que esto suponga tener que acudir a créditos. Tanto es así, que hoy día algunos países han sacado legislaciones específicas que regulan este asunto.

    El término es el resultado de la fusión de los vocablos anglosajes “crowd” (multitud) y “funding” (financiación), por lo que se comprende que el término se usa para designar un modo de conseguir dinero solicitando de manera abierta a un colectivo de personas para reunir los fondos necesarios.

Tipos de crowdfunding.

     Podemos decir que actualmente el crowdfunding no tiene límites, puesto que suele ser usado para multitud de propósitos, desde campañas políticas, pasando por construcción de escuelas o para la aparición de nuevas empresas, entre otras. Sin embargo, la mayor parte de proyectos se pueden englobar en cuatro categorías:

Préstamos o microcréditos: cuando se ofrece dinero a cambio de un tipo de interés

Recompensas: cuando se ofrece una contraprestación por la ayuda recibida.

Royalties: cuando la recompensa que se ofrece por las aportaciones es simbólica.

Donaciones: cuando no se espera beneficios a cambio. Esta opción suele tener fines sociales o culturales y es un acto altruista.

Inversiones: cuando se ofrece por las aportaciones algún tipo de participación en el capital o los beneficios de la iniciativa.

Ventajas de este tipo de financiación.

     Hoy día es una fórmula bastante interesante para la financiación pues permite introducir en el mercado proyectos interesante, que quizá de otro modo ni se conocerían. Entre las ventajas podemos mencionar:

•      Financiación de manera fácil y rápida.
•      Se evita tener que pedir créditos a los bancos.
•      Las recompensas pueden ser de diverso tipo, no sólo económicas
•      Los proyectos pueden llegar a una gran diversidad de público y/o mercados.
•      El dinero que no se invierte, es devuelto a los financiadores.
•      Ayuda a potenciar la creatividad de los que promueven proyectos, entre otras.

por Marina Gerasimova